Problemas de aprendizaje
Viernes, 8 de abril de 2016
De 14:30 a 16:00 horas. Salas N-103 + N-104
OBJETIVO GENERAL
Analizar los procesos psicomotores y visuales mediante los que el niño desarrolla la capacidad para desenvolverse en su entorno y aprender, con el fin de abordar una terapia de enfoque multidisciplinar (psicólogo, óptico-optometrista, psicomotricista y fisioterapeuta).
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
- Conocer la evidencia científica existente hasta la fecha sobre la importancia de evaluar al niño desde su desarrollo global sensorio-motor.
- Analizar procesos psicomotores y visuales que intervienen en el procesamiento de la información para explicar, desde el punto de vista funcional, la construcción de las imágenes de representación mental en el niño.
- Analizar procesos psicomotores y visuales que intervienen en el desarrollo de los sistemas de codificación y decodificación de la lecto-escritura y alfanuméricos, y los mecanismos que intervienen en los distintos niveles de aprendizaje escolar.
- Proporcionar y compartir recomendaciones basadas en la evidencia científica y nuestra experiencia clínica en la importancia de un abordaje multidisciplinar en el diagnóstico y tratamiento de las alteraciones y dificultades de aprendizaje (dislexia, problemas de comprensión, déficit de atención etc.) que hemos elaborado en el hospital Vithas Medimar Internacional de Alicante.
RESUMEN
El desarrollo psicomotriz en los niños es un proceso evolutivo que se establece entre la función de los sentidos y la organización del movimiento, que repercuten en la activación del Sistema Nervioso, que es el sistema integrador y director de los procesos de maduración física, emocional y de aprendizaje.
Dentro del desarrollo psicomotor infantil la lateralidad se convierte en una etapa de vital importancia. Varios estudios en niños han demostrado la relación directa entre los problemas de lateralidad y las dificultades de aprendizaje.
La lateralidad es una función compleja que se deriva de la organización binaria de nuestro Sistema Nervioso. De hecho, gran parte de nuestro cuerpo se articula de forma doble: dos ojos, dos oídos, dos manos, dos piernas, etc… Nuestro cerebro igualmente dispone de dos estructuras hemisféricas especializadas y que son las responsables de controlar todo el complejo sistema dual, integrando la diferente información sensorial, orientándonos en el espacio y el tiempo y, en definitiva, de interpretando eficientemente el mundo que nos rodea.
La Lateralidad es una función de alta complejidad. Es la función que hace posible que nos orientemos en el espacio y el tiempo, y, por lo tanto, nos permite entender y manejar los códigos escritos (letras y números), característicos de nuestra cultura. Si en el momento de aprender a leer y a escribir (a los 6 años aproximadamente) el niño no ha desarrollado una buena lateralidad muy posiblemente tendrá dificultades en el aprendizaje de la lecto-escritura, ya que, sin una buena organización lateral, el niño no sabe si la escritura tiene que ajustarse a un patrón de ordenamiento diestro o a uno zurdo. No sabe si “23”, “32”, “SE” o “ES” representan las mismas cantidades, significan los mismos mensajes o son garabatos aleatorios que no hay forma de interrelacionar. Por tanto, estaríamos hablando de un problema de comprensión por falta de una adecuada codificación.
Los niños deben construir bien su lateralidad para jerarquizar sus funciones cerebrales y tener un punto referencial espacio-temporal. Esta referencia es vital para automatizar los aprendizajes básicos, para organizarse interiormente y para organizar todo lo que me rodea. Como profesionales debemos hacer todo lo posible para que a nivel preventivo los sistemas audio-viso-motrices (oído-ojo-mano) de los niños se desarrollen correctamente sin alteraciones de la función de la visión y la audición, y así evitar problemas escolares y sociales por disfunción madurativa. Por ello, es importante una evaluación inicial muy completa que incluya las aportaciones de diversos profesionales, principalmente el optometrista y el psicólogo.
Los niños que siendo diestros, o siendo zurdos, no han podido desarrollar un adecuada maduración sensorio-motriz, nos atreveríamos a diagnosticar muy pronto, que serán niños con dificultad escolar y emocional. Estos niños presentan problemas de atención y se fatigan fácilmente. Una buena organización funcional y lateral ojo-mano-oído (mismo lado) favorece la resolución de problemas escolares y personales.
Los niños con lateralidad cruzada, ojo-mano, sobre todo, diestro de mano y zurdo de ojo o al contrario van a presentar dificultades de lectoescritura, por el bajo dominio viso-espacial. Por ello la importancia de plantear programas preventivos y terapias multidisciplinares del desarrollo.