Las enfermedades neurodegenerativas poseen varias características biológicas comunes, su mayor incidencia en la edad avanzada, la pérdida de poblaciones neuronales específicas y depósitos de agregados de proteínas. Además, comparten mecanismos patogénicos como: el estrés oxidativo, el daño mitocondrial, la excitotoxicidad por glutamato, procesos de agregación proteica y la activación glial, todos ellos van a conducir a la muerte celular por apoptosis.
La retina es una extensión del cerebro, con unas peculiaridades estructurales e inmunitarias similares entre ambas estructuras y, por tanto, cambios que ocurran en el cerebro pueden tener una repercusión en la retina y en la visión.
Varias enfermedades neurodegenerativas que afectan al cerebro se ha demostrado que presenta manifestaciones en el ojo, y además, los síntomas oculares suelen preceder al diagnóstico convencional de estos trastornos del sistema nervioso central y, por tanto, el ojo puede ser usado como un biomarcador precoz de la neurodegeneración.
Entre las alteraciones oculares hay cambios en la retina, en la coroides y en la función visual de estos pacientes; donde se han encontrado cambios en la agudeza visual, sensibilidad al contraste, visión del color, integración visual, en los movimientos extraoculares e incluso en la dilatación pupilar.
En esta sesión plenaria entenderemos cómo es la conexión cerebro-ojo, el uso del ojo como un valioso biomarcador en el diagnóstico de diferentes patologías neurodegenerativas. Tres grandes expertos relatarán qué cambios oculares hay en la Enfermedad de Alzheimer, en la Esclerosis Múltiple y en el ELA; y qué papel tiene el óptico-optometrista como especialista de atención primaria con pacientes que presenten estas patologías.
José Manuel Ramírez Sebastián. PhD, médico oftalmólogo.
Elena Salobrar García Martín. PhD, óptico-optometrista.
Amparo Gil Casas. PhD, óptico-optometrista.
María Pilar Rojas Lozano. PhD, médico oftalmólogo.