La enfermedad de ojo seco (EOS) afecta a miles de personas en todo el mundo y conlleva una enorme disminución en la calidad de vida y una gran carga económica para la sociedad. Es muy común confundir la EOS con otras condiciones oculares como la incomodidad con lentes de contacto (ILC). Actualmente tenemos a nuestra disposición múltiples pruebas para su detección y manejo. Como ópticos-optometristas, debemos conocer las distintas alternativas que existen y ser capaces de hacer llegar la información adecuada a cada paciente de forma personalizada. Sin embargo, ¿qué pruebas son las más importantes? ¿Debemos realizarlas todas? ¿Es realmente útil para la práctica clínica o para la investigación? En este caso, nos encontramos ante una investigación basada en la evidencia clínica, al contrario de lo que suele ocurrir. Durante este curso, partiremos desde los principios básicos de la EOS para dirigirnos hacia el conocimiento de los últimos métodos de detección existentes y conocer las diferencias con la ILC.
La creciente demanda tecnológica y el abuso de las pantallas digitales está dando lugar a un aumento en la incidencia de la EOS e ILC cada vez en edades más tempranas. Por ello, el número de personas que presenten estas condiciones en nuestras consultas va a ser cada vez mayor. Es nuestro deber como profesionales de la visión estar al día de los últimos avances y desarrollar un criterio basado en la evidencia científica.