Madrid, del 17 al 19 de febrero de 2012
Anillos / segmentos intraestromales como primera opción de tratamiento en el queratocono
Domingo, 19 de febrero de 2012
De 11:30 a 12:30 horas. Salas N-103 + N-104
David Piñero Llorens
OBJETIVO GENERAL:
Conocer el fundamento, aplicabilidad y ventajas del implante de segmentos de anillo intracorneales como primera opción de tratamiento del queratocono moderado.
Conocer el fundamento, aplicabilidad y ventajas del implante de segmentos de anillo intracorneales como primera opción de tratamiento del queratocono moderado.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
- Conocer las diferentes opciones de implantes intracorneales existentes en la actualidad así como la evidencia científica de resultados con ellos para el tratamiento del queratocono moderado
- Conocer las diferentes ventajas que ofrecen sobre las lentes de contacto los segmentos de anillo intracorneales como primera opción de tratamiento en el queratocono moderado
- Conocer los criterios de selección de un tipo de implante u otro en función del tipo de córnea queratocónica, resaltando la necesidad de un implante personalizado.
RESUMEN:
El queratocono es una variante de patología ectásica de la córnea cuya incidencia en la población general es aproximadamente de uno por 2000. Esta patología suele iniciarse en la pubertad, siendo de carácter progresivo hasta la tercera o cuarta década de vida, aunque cada caso concreto puede tener formas específicas de evolución. Existe evidencia científica reportando como factores asociados a la aparición de la patología, la atopía, el frotamiento ocular, la existencia de antecedentes familiares e incluso el propio uso de lentes de contacto (Macsai et al, Arch Ophthalmol 1990). Aunque desde siempre se ha pensado en una etiología no inflamatoria para esta patología ectásica, existen estudios recientes que reportan la presencia de niveles elevados de interleuquinas y otros factores inflamatorios en córneas con queratocono, que pudieran mediar en la producción y activación de las proteasas, responsables de la degeneración del tejido corneal.
La patología cursa con un adelgazamiento del estroma corneal que induce una protrusión del tejido y, por tanto, un aumento de la curvatura, generando un perfil cónico y asimétrico de la superficie corneal. Dicho perfil induce un marcado astigmatismo irregular responsable de la pérdida significativa de calidad visual existente. Este complejo perfil topográfico es uno de los principales motivos por lo que la opción más conservadora para el manejo del queratocono, la adaptación de lentes de contacto, puede resultar inviable debida a la intolerancia del paciente, aunque actualmente existe una mejoría muy significativa en diseños y materiales al respecto.
Los segmentos de anillo intracorneales surgen como opción quirúrgica para el tratamiento del queratocono, que permite el control de la ectasia así como la rehabilitación visual del paciente y evita la realización de un transplante de córnea, con el inconveniente que ello supondría. Se trata de piezas de plástico con geometrías diversas que se implantan en la media periferia de la córnea con el fin de inducir un cambio programado de curvatura en la porción central de la córnea, minimizando la irregularidad corneal y el error refractivo. Se ha comprobado en numerosos estudios publicados la excelente biocompatibilidad y eficacia de estos implantes en la reducción de la curvatura corneal, así como en la reducción del defecto refractivo, lo que implica una mejoría en la agudeza visual tanto sin corrección como con mejor corrección. Sin embargo, estos implantes deben insertarse acorde a un nomograma probado científicamente y que permita la inducción de un cambio de la geometría corneal programado. Cualquier implante intracorneal no resulta idóneo para un caso específico de queratocono. En el caso del queratocono moderado (grado 2-3 de acuerdo a la clasificación de Amsler-Krumeich), el perfil corneal (asimetría, perfil aberrométrico) y el estado refractivo del paciente condicionan el implante a elegir. Existen implantes con diferente tipo de sección (triangular, hexagonal), distinto espesor y longitud de arco e incluso existen implantes que son anillos completos circulares, especialmente indicados en casos de miopía alta dado la enorme reducción queratométrica central que inducen. También se ha reportado la significativa mejoría de la tolerancia de la lente de contacto tras el implante de segmentos de anillos intracorneales en córneas con queratocono moderado y avanzado (Shetty et al Cornea 2007).
Por lo tanto, los segmentos de anillo intracorneales resulta una opción altamente recomendable para pacientes con queratocono avanzado, en los que existe un deterioro visual significativo, pudiéndose lograr una rehabilitación visual eficiente, pero evitando las potenciales complicaciones asociadas al porte de lentes de contacto en córneas con dicho nivel de degeneración ectásica.
El queratocono es una variante de patología ectásica de la córnea cuya incidencia en la población general es aproximadamente de uno por 2000. Esta patología suele iniciarse en la pubertad, siendo de carácter progresivo hasta la tercera o cuarta década de vida, aunque cada caso concreto puede tener formas específicas de evolución. Existe evidencia científica reportando como factores asociados a la aparición de la patología, la atopía, el frotamiento ocular, la existencia de antecedentes familiares e incluso el propio uso de lentes de contacto (Macsai et al, Arch Ophthalmol 1990). Aunque desde siempre se ha pensado en una etiología no inflamatoria para esta patología ectásica, existen estudios recientes que reportan la presencia de niveles elevados de interleuquinas y otros factores inflamatorios en córneas con queratocono, que pudieran mediar en la producción y activación de las proteasas, responsables de la degeneración del tejido corneal.
La patología cursa con un adelgazamiento del estroma corneal que induce una protrusión del tejido y, por tanto, un aumento de la curvatura, generando un perfil cónico y asimétrico de la superficie corneal. Dicho perfil induce un marcado astigmatismo irregular responsable de la pérdida significativa de calidad visual existente. Este complejo perfil topográfico es uno de los principales motivos por lo que la opción más conservadora para el manejo del queratocono, la adaptación de lentes de contacto, puede resultar inviable debida a la intolerancia del paciente, aunque actualmente existe una mejoría muy significativa en diseños y materiales al respecto.
Los segmentos de anillo intracorneales surgen como opción quirúrgica para el tratamiento del queratocono, que permite el control de la ectasia así como la rehabilitación visual del paciente y evita la realización de un transplante de córnea, con el inconveniente que ello supondría. Se trata de piezas de plástico con geometrías diversas que se implantan en la media periferia de la córnea con el fin de inducir un cambio programado de curvatura en la porción central de la córnea, minimizando la irregularidad corneal y el error refractivo. Se ha comprobado en numerosos estudios publicados la excelente biocompatibilidad y eficacia de estos implantes en la reducción de la curvatura corneal, así como en la reducción del defecto refractivo, lo que implica una mejoría en la agudeza visual tanto sin corrección como con mejor corrección. Sin embargo, estos implantes deben insertarse acorde a un nomograma probado científicamente y que permita la inducción de un cambio de la geometría corneal programado. Cualquier implante intracorneal no resulta idóneo para un caso específico de queratocono. En el caso del queratocono moderado (grado 2-3 de acuerdo a la clasificación de Amsler-Krumeich), el perfil corneal (asimetría, perfil aberrométrico) y el estado refractivo del paciente condicionan el implante a elegir. Existen implantes con diferente tipo de sección (triangular, hexagonal), distinto espesor y longitud de arco e incluso existen implantes que son anillos completos circulares, especialmente indicados en casos de miopía alta dado la enorme reducción queratométrica central que inducen. También se ha reportado la significativa mejoría de la tolerancia de la lente de contacto tras el implante de segmentos de anillos intracorneales en córneas con queratocono moderado y avanzado (Shetty et al Cornea 2007).
Por lo tanto, los segmentos de anillo intracorneales resulta una opción altamente recomendable para pacientes con queratocono avanzado, en los que existe un deterioro visual significativo, pudiéndose lograr una rehabilitación visual eficiente, pero evitando las potenciales complicaciones asociadas al porte de lentes de contacto en córneas con dicho nivel de degeneración ectásica.
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