Se han hecho enormes progresos en los materiales y los parámetros de las lentes de contacto para que un grupo de personas cada vez más amplio pueda disfrutar de una visión sin gafas. Puede que este éxito radique en tan solo una pregunta:
«¿Cómo son tus lentes de contacto en términos de comodidad?»
Nuestra obligación debería ser preguntar siempre.
Hay varios mitos y concepciones erróneas acerca de los factores que pueden influir o no en las molestias provocadas por las lentes de contacto (CLD, por sus siglas en inglés). Es sabido que la córnea es extremadamente sensible y cabe esperar que sea una causa importante de CLD. Además, la sensibilidad mecánica de la región del borde del párpado (la banda estrecha de células de la parte interna del borde libre del párpado superior) es mayor que la de la conjuntiva bulbar y tarsal, lo que indica que, para algunos usuarios, las CLD pueden estar relacionadas con la interacción mecánica entre la lente de contacto y el párpado al pestañear.